Ayotzinapa
Julio Castro Guerrero*
Número 2, Año1, julio-diciembre de 2014
En una casa como ésta, valiente es el que alza la voz.
El color rojo nos ha invadido hasta el cansancio
rojo, es el amanecer, rojo es el anochecer.
Cuando nos desgarraron la voz, y se desquitaron con nuestras vidas
destruyeron nuestros sueños.
La casa mal cimentada se caía poco a poco
y nos enterraste.
Nos enterraste bajo la tierra ensangrentada y descuidada de tu guerra
y cuando buscamos la justicia, nos desapareciste
nos mentiste, pero sobretodo nos rompiste en mil pedazos
tratando de encubrirlo todo.
La gente pasaba, ignorando que la casa se caía
las paredes llenas de promesas ensangrentadas,
nos dejaste sin aliento.
Y nos dejaste enterrados como la nada…
*Estudiante de preparatoria en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus San Luis